Harina, Polvo para Hornear, Bicarbonato y Sal: La Ciencia de la Pastelería
- Yuri O. Villela
- 26 jul
- 2 Min. de lectura
Cuando horneamos, la magia no ocurre sólo por seguir una receta. Detrás de cada pastel esponjoso, galleta crujiente o panecillo suave, hay una combinación precisa de ingredientes que actúan como verdaderos alquimistas. Hoy te hablo de cuatro esenciales: harina, polvo para hornear, bicarbonato de sodio y sal.
Harina: la estructura base
La harina es el esqueleto de la pastelería. Aporta cuerpo y forma a tus preparaciones.
¿Cómo funciona?
Cuando se mezcla con líquidos y se trabaja, la proteína de la harina de trigo (el gluten) forma una red elástica que atrapa aire o gas, permitiendo que las masas crezcan al hornearse.
Tipos en pastelería:
Harina de repostería (7–9% proteína): suave, ideal para pasteles delicados.
Harina todo uso (8–11%): versátil para galletas, muffins, cupcakes.
Harina de fuerza (12–14%): para masas con levadura como pan dulce, pan salado o roscas.
Polvo para hornear: el impulso químico
El polvo para hornear es un agente leudante químico. Está compuesto por bicarbonato de sodio y uno o más ácidos secos (como fosfato monocálcico), junto con almidón.
¿Cómo funciona?
Cuando se mezcla con líquido y se calienta, produce dióxido de carbono (CO₂), creando burbujas que hacen que la masa suba y quede esponjosa.
Tipos:
De acción simple: reacciona al contacto con líquido.
De doble acción: reacciona al contacto con líquido y al calor del horno (es el más común).
Usos:
Bizcochos
Magdalenas
Galletas
Bicarbonato de sodio: el leudante más puro
El bicarbonato de sodio (también llamado soda de hornear) es un alcalino puro. A diferencia del polvo para hornear, necesita un ácido en la receta para activarse: limón, yogur, cacao natural, vinagre, miel, etc.
¿Cómo funciona?
Reacciona con el ácido y libera CO₂ rápidamente, por eso las mezclas deben hornearse en cuanto se preparan.
Usos:
Galletas tipo "americanas"
Pasteles con ingredientes ácidos
Brownies
💡 Dato: el bicarbonato también ayuda a dorar más intensamente por su efecto alcalino.
Sal: el potenciador silencioso
Aunque no lo parezca, la sal es imprescindible en la pastelería.
Funciones:
Realza sabores: intensifica el dulzor natural y el sabor de los demás ingredientes.
Equilibra: evita que los postres resulten empalagosos.
Refuerza la estructura: en masas fermentadas, controla el desarrollo del gluten.
Tipos más usados:
Sal fina: se disuelve rápido, ideal para mezclas suaves y panadería.
Sal de mar o flor de sal: se usa como toque final decorativo o en recetas gourmet.

Por Chef Yuri O. Villela
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